Maipú dispondrá de un albergue transitorio para personas en situación de calle

La Municipalidad de Maipú ha creado un programa de albergue transitorio a fin de dar alojamiento, protección y apoyo psicosocial a personas en situación de calle que viven en nuestra comuna. Dicha iniciativa que comenzará a funcionar en las instalaciones del Liceo Santiago Bueras durante los primeros días de julio, se instala como uno de los pocos espacios con estas características con financiamiento municipal a nivel país, entendiendo que la integración social responde a uno de valores centrales de la presente administración.

Este albergue transitorio municipal entregará durante este duro invierno un espacio donde las personas carentes de un hogar puedan pernoctar todos los días, recibiendo una cena durante su llegada por la noche y desayuno en las mañanas, duchas con agua caliente, artículos de aseo personal, ropa interior, ropa de vestir, actividades de recreación dentro del recinto del albergue y, por supuesto, el apoyo psicosocial del Programa de Calle.

Es así como cualquier vecino mayor a 18 años que esté en condición de calle, podrá recibir esta ayuda que el municipio comenzará a entregar.

Cabe consignar que en Maipú, existe un centenar de vecinos atravesando por esta delicada situación, realidad que moviliza al municipio a disponer de lineamientos que permitan restablecer sus redes de apoyo en áreas como la vida familiar, salud, laboral, entre otras.

Este programa que se inició como plan piloto en 2014, ya cosechó logros a su haber. Y es que 10 personas en situación de calle han revertido esta realidad. Las cifras arrojan que 7 se encuentran en hogares protegidos y 3 han retomado la vida familiar. Sin duda, un gran logro que fortalece la realización de este proyecto, ya que previo a la puesta en marcha de este plan se desconocía el número de vecinos que vivía en esta condición.

Levantando vidas

Al respecto, el gestor del programa de personas en situación de calle, David Molina, se refirió a algunos de los casos más emblemáticos que han arrojado la ejecución de esta iniciativa. Es la realidad de Juan Valenzuela. A sus 41 años se encontraba viviendo hace más de 2 décadas en las frías aceras, producto de diversas situaciones catastróficas en su vida. Enfrentó la muerte de su madre y a una familia disfuncional. Luego cayó en el alcoholismo y en la absoluta vulnerabilidad, teniendo un consumo dependiente de una data de 15 años.

Así, y tras vivir más de 20 años en la calle (sector de Av. Ferrocarril con Los Diamantes, detrás de las multicanchas), Juan decide recibir la ayuda necesaria para superar su condición. Al respecto, Molina señala que “el equipo se abocó a su problemática de alcohol, en donde se realizó un trabajo en conjunto a “Paréntesis”, dependiente de la fundación Hogar de Cristo. En dicho lugar, el usuario ingresó a un programa terapéutico de residencia para ayudar en su problema de consumo dependencia. Tras 7 meses quedó demostrada la gran efectividad del sistema”.

En cada uno de los casos y tras el proceso de recuperación, Molina explica que “se trabaja de manera inmediata en la habilitación socio laboral de la persona”, lo que le permitió a Juan en este caso específico, ingresar al mercado laboral de manera casi inmediata, posterior a la salida del centro terapéutico. Hoy, trabaja de conserje en condominios de la comuna de Las Condes, vive en una casa residencial y ya proyecta la posibilidad de independizarse.

Al rescate de nuestros vecinos

Múltiples son los factores que impulsan a un ser humano a vivir en condición de calle, por tanto, se torna difícil definir un patrón específico a la hora de buscar causales. Sin embargo, es más fácil entender dos cosas: primero, cualquier vecino que se encuentre sin hogar será bienvenido en este albergue; y segundo, es fundamental en términos psicosociales ayudar a la reinserción en todas las redes que alguna vez tuvieron, y perdieron, reestructurando y regenerando un proceso de socialización.

Según el catastro de calle, generado en 2014 por parte del programa municipal, la edad de los vecinos desposeídos sin un techo que los cobije en Maipú, en promedio fluctúa los 41 años.

Por eso el municipio, mediante la Dirección de Desarrollo Comunitario, ha diseñado y articulado un trabajo que vincula y coordina a distintas direcciones municipales para atender, incluir y entregar una atención digna a estas personas. El protocolo de derivación de casos, se crea en virtud de establecer y normar las derivaciones y solicitudes recibidas de las demás direcciones, para así agilizar todo tipo de acción o trabajo para una intervención oportuna a las personas en situación de calle.

Este programa, a partir de este año, será permanente y estará alojado en el Centro de Atención Familiar (CAF). Asimismo, cuenta con tres líneas de trabajo centradas en la protección, ayuda psicosocial y gestión comunitaria.

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